Faro

La Virgen del Rocío es un tío

Performance, performatividad y prótesis. Prácticas Drag King

  • Imagen del taller "GenderhacKing" en SummerLAB 2011. Genderhacker. La Laboral. Gijón.

 

“Tod*s nacemos desnund*s. El resto es drag” (Paul en Trujillo, 2008a: 197).

***

En el año 2004, Paul Preciado escribió “Género y performance. 3 episodios de un cybermanga feminista queer trans…” (Preciado, 2004a) y “Llegan los Reyes de la cultura King” (Preciado, 2004b), donde evaluaba el impacto que ha tenido el género en términos de performance en la práctica teórica y política desde los años noventa a través del trabajo de las teóricas Judith Butler y Eve K. Sedwick, y en el que afirmaba que “la noción de performance, tal como ha sido utilizada por los textos feministas y queer de principios de los años 90, depende de una inscripción poética y política múltiple” (Preciado, 2004a: 2). En el texto Preciado nos descubre dos referentes de la noción de la performance. El primer referente podemos encontrarlo en el trabajo de la psicoanalista Joan Riviere, quien definió en su texto “Womanliness as a masquerade” de 1929, que la feminidad era una mascarada (Rivière, 1929). El segundo referente podemos encontrarlo en el movimiento los años setenta, momento en el que el movimiento del Arte Feminista estadounidense adoptó la performance “como estructura fundamental de su acción política y estética” (Preciado, 2004a: 2).

pastedGraphic.png

Este movimiento artístico fue “contemporáneo a la emergencia de una escena drag queen, una cultura de la performance de la feminidad gay en torno a la que se construirá lo que se ha dado en llamar, siguiendo la fórmula de Susan Sontag, estética camp» (Preciado, 2004a: 3).

“Frente a la idea de que la masculinidad y la feminidad son identidades sexuales originales y la homosexualidad es una imitación, una mala copia, los y las queer resignifican de manera paródica, a lo camp, estas identidades “originales”. Con esta resignificación salen de los márgenes de la cultura y de la sociedad e intervienen con códigos y representaciones propias, en un proceso cargado de potencial subversivo. Los grupos queer beben de la obra de Butler (1990) y utilizan su definición de género en términos de performance para desnaturalizar la diferencia sexual: lo masculino y lo femenino son mascaradas, son actuaciones, no son naturales, son aprendidas. Comportamientos que se van adquiriendo al ser repetidos como si fueran casi un ritual” (Trujillo, 2005: 38).

Las primeras manifestaciones públicas de la cultura drag king comenzaron a mediados de la década de los ochenta (Preciado, 2004a). Shelley Mars y el club BurLEZK (San Francisco) comienzan con el propósito de promover la visualización de experiencias lesbianas en el espacio público, Del LaGrace Volcano (Londres) documenta la evolución estético-política de la cultura lesbiana a través de la fotografía y Diane Torr (Nueva York), junto con Annie Sprinkle, pone en marcha los primeros talleres drag king, centrándose en la “toma de conciencia” del carácter performativo del género y en el re-aprendizaje corporal de la masculinidad” (Preciado, 2004a: 11). Estas experiencias anglosajonas, “cuyo modus operandi hemos importado” (O.R.G.I.A, 2005: 85), han dejado un notable impacto en las prácticas político-artísticas feministas y queer del contexto español, donde se han organizado diversos talleres drag king en contextos institucionales y en formatos más festivos desde finales de los años noventa (O.R.G.I.A, 2005: 85).

Las masculinidades transgresoras de Catherine Opie y Claude Cahún se exponen por primera vez en nuestro contexto en la exposición “El rostro velado. Travestismo e identidad en el arte(Kmk.gipuzkoakultura.eus, 1997) en el Koldo Mitxelena de Donostia. Tan solo un año más tarde, en el mismo espacio expositivo, Cabello/Carceller exhibe su trabajo en la exposición “Transgeneric@s. Representaciones y experiencias sobre la sociedad, la sexualidad y los géneros en el arte español contemporáneo(Kmk.gipuzkoakultura.eus, 1998). El colectivo vuelve a mostrar su proyecto artístico en la exposición “Trans Sexual Express. A classic for the third millenium(Arakistain, Martinez, 2001; Serra, 2001) en el CASM, que ahondaba en los límites difusos de la identidad sexual. Finalmente las fotografías de butches, drag kings y transgéneros de Del LaGrace Volcano saldrán a la luz por primera vez en nuestro contexto artístico en la muestra “Héroes caídos. Masculinidad y representación(VV.AA., 2002), celebrada en el EACC.

pastedGraphic_1.png

Uno de los primeros talleres Drag King celebrados en el contexto institucional de nuestro país tuvo lugar en Sevilla en el seminario “Retóricas del género. Políticas de identidad: performance, performatividad y  prótesis” (Ayp.unia.es, 2003), que tuvo lugar en UNIA arteypensamiento entre el 17 y el 23 de marzo de 2003. En el taller-seminario se reflexionó sobre “la definición de género en términos de performance como reacción a la afirmación del feminismo esencialista de una verdad natural de la diferencia sexual” (Ayp.unia.es, 2003b). Unos meses antes había comenzado a reunirse un grupo de lectura y discusión que se abordaron un conjunto de textos feministas, post-feministas y “queer”, generando una red de intercambio entre participantes de toda la península (Ayp.unia.es, 2003b).

“Esta doble intervención crítica que podría caracterizarse como «giro performativo» ha dado lugar a nuevas interpretaciones de las representaciones de género y de la sexualidad, tanto en el espacio estético como político. Este seminario-taller pretende trazar una genealogía de las retóricas del género que permita explicar cómo la noción artística y teatral de «performance» llega a ser utilizada en los noventa por la «teoría queer» para desnaturalizar la diferencia sexual. ¿Cuáles son los lazos entre estética y política en las performances de género? ¿Puede considerarse la identidad sexual como un «producto de diseño» performativo? ¿Cómo intervenir en la producción de esta identidad performativa?” (Ayp.unia.es, 2003b).

Lo novedoso del seminario fue la celebración del taller drag king donde se reflexionó sobre el impacto de las nuevas performances de la masculinidad de los drag kings y su relación con los procesos de transformación de la corporalidad de los transgéneros (Ayp.unia.es, 2003b). En el taller lxs participantes “exploraron los beneficios corporales y políticos de la performance de la masculinidad” (Ayp.unia.es, 2003b) a través de un proceso de aprendizaje político, o “toma de conciencia” en el que deconstruyeron “los mecanismos a través de los cuales los hombres adquieren autoridad y poder” (Ayp.unia.es, 2003b).

Un año más tarde, Paul Preciado dirigió el taller “Tecnologías del género. Identidades minoritarias y sus representaciones críticasen el Museu d’Art Contemporani de Barcelona (MACBA), que se extendió a lo largo de todo 2004, y en el que se continuó con el debate abierto en el “Maratón Postporno. Pornografía, postpornografía: estéticas y políticas de representación sexual” (Macba.cat, 2004b), que se había celebrado en junio del año anterior. En el taller se exploraban el discurso performativo y el biopolítico como espacios de intervención, resistencia y acción en torno a la representación del género y la sexualidad. En el contexto del seminario “Tecnologías del género”, Del LaGrace Volcano nos visitó en abril de 2004 con su conferencia-performance “Cuerpos obscenos y especímenes espectaculares(Macba, 2004a).

pastedGraphic_2.png

Es importante remarcar que la performance y los talleres drag king que fueron aconteciendo en el contexto español, no sucedieron solamente al ámbito institucional del arte. Las primeras prácticas drag king habían surgido dentro de las subculturas lesbianas de EE.UU y Reino Unido, y dentro del seno del movimiento artístico feminista de los setenta, que había utilizado la performance como estrategia de acción política. El colectivo O.R.G.I.A. (2005: 85) nos recuerda que la mayoría de estos talleres se produjeron de una manera más festiva fuera del contexto institucional, promovidos por todo un conjunto de colectivos feministas y queer que utilizaron el King como una forma de “toma de conciencia” y una estrategia de empoderamiento feminista, como los realizados por LESFATALES en Barcelona, Eskalera Karakola en Madrid (O.R.G.I.A, 2005: 85), Medeak en Donostia o las propias O.R.G.I.A. en Valencia.

En 2004, Juan Vicente Aliaga publicó el libro “Arte y cuestiones de género” (Aliaga, 2004), en el que dedica  uno de los capítulos a la performance drag king (Aliaga, 2004: 91-94). Ese mismo año, Virginia Villaplana editó “Escenario Doble”, un ensayo documental que abordaba la problemática de la “masculinidad de la mujer” contraponiendo las experiencias de un chico transexual con una performance drag king (Escenario doble, 2004)

pastedGraphic_3.png

En el contexto valenciano, se organizó en 2005, la exposición “Fugas Subversivas. Reflexiones híbridas sobre la(s) Identidad(es)”, en la Sala Thesaurus de La Nau (Uv.es, 2005a), donde se mostraron “un conjunto de obras donde la fuga plantea un desplazamiento hacia lo híbrido, hacia la desidentificación” (Uv.es, 2005a). En el contexto de la exposición, se organizó el seminario “Performatividad, arte, identidad y género. Desafíos para el feminismo(Uv.es, 2005b), organizado por el Institut Universitari d’Estudis de la Dona de la Universitat de València. El seminario se analizaron las implicaciones teóricas que supone la concepción del género en términos de performance desde una perspectiva artística.

“Reflexionar sobre el papel de la representación artística para ilustrar, concebir y contestar el grado y las formas en que se producen los aprendizajes de la masculinidad y la feminidad y los mecanismos de normativización que se inscriben en los procesos de formación de las identidades, y comprender la marginalización de las mujeres como grupo social, de las minorías sexuales y otros colectivos ligados a cuestiones identitarias” (Uv.es, 2005b).

Se editó un catálogo con un importante peso teórico (Lozano, Moreno y Cano, 2005) en el que se pueden consultar textos de Juan Vicente Aliaga, Beatriz Preciado, Antonio Prieto, Carmen Navarrete, O.R.G.I.A, Fefa Vila, Virginia Villaplana y M.ª José Belbel. En ese contexto tuvo lugar uno de los talleres drag king más importantes, por no decir el más interesante, de los  celebrados en el contexto español hasta el momento. El colectivo O.R.G.I.A. sorprendió con el taller “Bastos, Copas, Oros, Espadas y Dildos. Los reyes de la baraja española” (O.R.G.I.A, 2005) donde mostraron su proyecto fotográfico “Serie Verde” (2005) ( y presentaron su  vídeo “P.N.B. (Producto Nacional Bruto)” (P.N.B. Producto Nacional Bruto, 2005), consagrándose como especialistas de la teorías drag king en el contexto estatal (O.R.G.I.A, 2009; 2013).

«BASTOS, COPAS, OROS, ESPADAS Y DILDOS combina el aspecto lúdico que implica el travestismo con una intención política mediante la parodia performativa, actuando roles, señalando su lenguaje, citando códigos y alterándolos; subvirtiendo y evidenciando que la masculinidad es el resultado de una construcción sociocultural y que tiene una lectura política que se incardina en el mismo cuerpo, siendo constitutiva de la misma subjetividad, del pensarse a sí mismo, de las nociones de identidad que nos creamos sobre la base del trauma que generó el franquismo y, cuyos estertores, en palabras de O.R.G.I.A nos llegan filtrados tres décadas después» (Uv.es, 2005a).

pastedGraphic_4.png

pastedGraphic_5.pngpastedGraphic_6.png

2008 fue una fecha importante en esta genealogía, momento en el que se tradujo, por fin, al castellano el libro de Judith Halberstam “Masculinidad femenina(Halberstam, 2008, Macba.cat, 2008), publicado diez años antes en el contexto estadounidense, y el mismo año, Paul Preciado publicó “Testo Yonki” (Preciado, 2008). Ambos libros han sido muy influyentes para aquellas personas interesadas en el estudio de la performatividad del género y las masculinidades femeninas.

Los seminarios “Retóricas del género” (2003) y “Tecnologías del género” (2004) organizados por Preciado, el taller de reyes de “Fugas Subversivas” (2005) realizado por O.R.G.I.A y los textos sobre performatividad y  nuevas masculinidades (Aliaga, 2005; Halberstam, 2008; Preciado, 2003, 2008b; O.R.G.I.A, 2005, 2009, 2013) que fueron publicados a lo largo de esta década, dotaron a los colectivos feministas y queer de una potente herramienta teórica con la que realizar sus propios talleres drag king, experimentando con el carácter performativo del género y la masculinidad a través de un proceso de “toma de conciencia” colectiva, en cualquier punto de la geografía española. Uno de los colectivos más activos a la hora de organizar este tipo de talleres ha sido Medeak. “Conscientes de que la práctica performativa produce sujetos al mismo tiempo que los representa, una de sus lineas de trabajo fueron los talleres de drag king” (Betems y Fernández, 2011), han organizado diversos talleres por todo el contexto español en los que han tenido un gran poder de convocatoria, como los celebrados en Barcelona en las Jornadas de Stonewall y en el CSO La Teixidora (2010).

Antes de concluir esta genealogía, no podemos olvidarnos de dos propuestas atípicas que han vinculado la cuestión de la performatividad de género con cuestiones folclóricas. Nos referimos al “Taller de Pantojismo. Prácticas performativas de feminidad folclórica” (El pantojismo entra en la universidad, 2007) organizado en 2007 por el grupo Ex-Dones en Sevilla, en el contexto del seminario “Crítica Queer. Narrativas disidentes e invención de subjetividad” (Ayp.unia.es, 2007) que tuvo lugar en UNIA arte y pensamiento.

“¿Por qué no sacar un provecho estético de tanto arrebato drama queen? El pantojismo te permitirá reconciliarte con tu heroína de culebrón a través de la recreación paródica de lo peor que has hecho, que te hicieron o que en lo más recóndito de tus entrañas deseaste hacer, tomando como fórmula los programas televisivos de despelleje sentimental que juras no ver nunca. Ni todas las teorías des/post/queer que podamos absorber ni la más férrea voluntad de mantener nuestras reacciones a raya han logrado desterrar de nuestras noches en vela el patetismo amoroso de copla, el dulce y corrosivo despecho, los celos compulsivos, la pulsión victimista” (Ayp.unia.es, 2007).

Y por último, el “Taller experimental de sevillanas drag. Entre el adoctrinamiento y la subversión”, organizado por La Fondona. Fons Documental Feminista / LGBTI / Queer (La Fondona, 2013) en 2014 en Can Batlló, Barcelona, en el que se reapropiaron del género, la clase y la sexualidad y resignificaron el baile de las sevillanas desde una perspectiva drag.